HOUSTON (AP) — Los Golden State Warriors se impusieron 127-121 a los Houston Rockets en un emocionante partido que se decidió en tiempo extra gracias a un final de pelicula de Jonathan Kuminga el sábado por la noche.

Este triunfo fue un ejemplo de la resistencia y capacidad de recuperación del equipo de Golden State, que logró su 14ª victoria consecutiva sobre Houston en temporada regular. Aquí analizamos las tres claves que definieron esta victoria:

1. Dominio temprano y respuesta en momentos críticos de los Warriors

Los Warriors comenzaron con un despliegue arrollador, tomando una ventaja de 31 puntos en la primera mitad. Sin embargo, los Rockets mostraron su capacidad de reacción, remontando con una racha de 18-2 en el último cuarto para empatar el marcador y llevar el partido a tiempo extra. La habilidad de Golden State para manejar la presión y mantenerse enfocado en los momentos decisivos fue crucial, especialmente tras la expulsión de Draymond Green y el robo de balón que puso en peligro el resultado.

2. Contribuciones sin Stephen Curry

Sin su estrella el Chef Curry, quien está fuera por un esguince de tobillo, los Warriors demostraron la profundidad de su plantilla.

Buddy Hield lideró al equipo con 27 puntos, mientras que Kuminga se destacó en los momentos críticos al anotar las dos primeras canastas en el tiempo extra, permitiendo a Golden State tomar una ventaja de 123-119. Andrew Wiggins también fue fundamental, sumando 15 puntos en su regreso tras una lesión en la espalda. Esta victoria sin Curry resalta la capacidad del equipo para adaptarse y ganar partidos gracias a un esfuerzo colectivo.

3. Fortaleza defensiva de Warriors en el tiempo extra

La defensa de los Warriors fue determinante en el tiempo adicional. Mientras que Houston logró empatar y llevar el partido a tiempo extra, solo pudo convertir 1 de 12 tiros durante esos minutos cruciales. Esta sequía ofensiva de los Rockets, combinada con una defensa eficaz de Golden State, aseguró que los Warriors mantuvieran el control del marcador y se llevaran su tercera victoria consecutiva.

Momento clave: la actuación de Kuminga

Kuminga fue la chispa que encendió a los Warriors en el tiempo extra, anotando dos canastas importantes que le dieron a su equipo una ventaja de cuatro puntos. Sus 23 puntos en total no solo contribuyeron a la victoria, sino que reafirmaron su papel como un jugador capaz de asumir responsabilidades en situaciones de alta presión. Fue nombrado como el jugador de la noche.

Con esta victoria, los Warriors mejoraron a un récord de 5-1 en la temporada y siguen demostrando que son un equipo competitivo incluso en ausencia de su líder Curry. Los Rockets, por su parte, demostraron una notable capacidad de recuperación tras un mal comienzo, pero no lograron mantener la consistencia en los momentos definitivos.

Los Warriors continuarán su gira como visitantes enfrentando a Washington el lunes por la noche, mientras que los Rockets recibirán a los Knicks en busca de revancha y redención.